martes, 10 de agosto de 2021

cien veces cien

 


Repetiré esa música cien veces,

antes de que llegue el sueño,

mientras tanto las nubes seguirán hablando

de sus lejanas amistades con el guardián del sur,

de una punta a otra de la cárcel,


qué intenso y pegajoso es el grafito

de esta noche de agosto,

ya hace horas que llegó la orden

de apagar la luz y el tiempo tiembla

como gelatina oscura,


de fuera llega la música pautada de los grillos,

ellos no saben más, aunque se esfuerzan

y logran distraernos, 


en los barrotes poco importa de qué lado golpees,

suena siempre a cerrado, algunas veces

con rumor de aljibe, otras sólo a desesperanza,


nadie va a liberarnos, pero me consuela pensar

en la escala de cuerda que los grillos

han hecho llegar al ventanuco

para que por ella pueda descolgarme

y tener unas palabras con el celador.

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