domingo, 29 de agosto de 2021

Como si volviera a pasar ante nosotros

 

Toca ahora

repasar esos oficios ya cegados

por las cataratas de la historia,

no se ven ya vendedores de púas de espino albar

para quitarse las verrugas

y acudir sin lunares al rodal del plenilunio,

ni cosedores de botones sin ojal

con hilo de oro en la pechera yerma del chaleco,

ya casi ni recuerdo al buhonero

soldador de hojalata que restañaba lágrimas de estaño

como si fueran sangre desteñida,

o el teñidor de telas con las cortezas de abedul

hervidas en vinagre que hacía aparecer un arco iris

haciendo chiribitas a la ropa vieja 

para vestirla de domingo,

y sobre todo echo de menos

al que vendía flores de avellano

que había que poner bajo la almohada

para curarse los olvidos y hacer que todo

volviera a pasar ante nosotros

como si fuera la primera vez.

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