He de encontrar la forma
de componer un buen disfraz para que pase
inadvertido mi temor, las cuerdas
del tendedero están repletas
de telas de colores vivos, el viento las agita
como banderas y me anima
a alistarme en esa lucha que pretende
infundir valor para la huida,
sueño que vuelo uniformado
bajo una enseña de color, la escuadra
musical me identifica con un poder triunfante,
toco el cielo de la confianza y, de repente,
una nube oscura se interpone y todo vuelve
a temblar con el frío que el corazón cobarde
guarda en su interior como si fuera sangre
cuando en realidad es puro miedo.
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