viernes, 12 de noviembre de 2021

Gaudeamus, sí, gaudeamus

 


Ciudad universitaria,

un busto de piedra anda por ahí

comparándose con bronces y metales

de pátinas diversas,

reparo en los ijares del caballo

del relevo de antorcha

que envían un mensaje sensorial  

a las palomas apostadas en la pileta de la fuente,


volver ahí para asomarse

al inicio de curso con el alma

sin escribir aún, como las páginas

centrales del cuaderno,

escuchar los proyectos silenciosos

que llenan las carpetas y dejarlos dormir

para que lleguen a la edad del desvelo

con su ignorancia virgen asomándose

al ventanal de la biblioteca.

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