sábado, 13 de noviembre de 2021

Uno es de nuevo niño



No miente el teatro,

se limita a imitar los artificios

insobornables de la realidad,


cuando una sombra se alza sobre el escenario

y se rodea de lenguaje

cualquier indumentaria hará que llegue

a ser lo que pretende,

la puerta un arco de victoria frente a la oscuridad,

la ventana un fracaso si abre hacia el abismo

y no baten sus hojas con el sol,


cuando en el centro se levanta un poste

derramando su imagen bajo el peso

de las candilejas, cuatro sombras a la vez,

ninguna reseñable, y de repente

la magia le conmueve y le da voz,

ahora sabremos lo que dice,

de momento nos conformamos

administrando su gesto humanizado

aunque con exceso de declamación,


es elías que se sube al carro de aquiles

arrastrando el corazón de prometeo

y dejando en el aire ese dilema

de voz pensada o de pensamiento dicho,

una ceguera del guion que lleva

de la mano a edipo, nada

que garantice coincidencias fáciles.

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