lunes, 2 de mayo de 2022

Amigo cuervo

 


Ya sé, amigo cuervo,

que siempre te esforzabas

por aprender a recitar e iluminarte

en nuestra engañosa luz, las voces

biensonantes te costaban más que las oscuras

y tenías facilidad para el rumor del haiku

con un toque final de carraspeo,

parecías

el alumno aplicado al que el maestro

siempre coloca contra la pared,

frente al reflejo acusador de la cal blanca

donde, a pesar de todo, tus plumas destacaban.



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