sábado, 14 de mayo de 2022

Lisiados con perro

 


Regreso ahora del paseo

por el jardín con ínfulas de laberinto,

entre perros gordos y lisiados

de manos temblorosas por el tacto

del crak y la marihuana,

dentro esperan las novias lánguidas

en marcos de laca desigual con flores

de papel maché y miga de pan,

cuesta domesticar el tic acostumbrado

a la orden silbada, tendente ahora 

a la resignación o la ignorancia,

colgado apenas de alfiler, como medalla

dejada en símbolo o cuadro de Mondrián

desde la cruz a la cintura,

no hagas caso del temblor del dedo índice

que no te deja señalar hacia delante,

la uña alquitranada de amarillo y la mirada

desobediente del muchacho

que espía los desnudos de la historia.


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