lunes, 30 de mayo de 2022

Sacrificio

 



Ahí la acacia, tan altiva, 

a la vez tensa y flexible,

con sus flores de aroma anochecido,

siempre pensando en las sabanas de África

donde el estrabismo de las cebras

utiliza su código de barras

para hacerse invisible,

fíjate en las ramas, un temblor,

optando decididamente

por la media luna de las vainas,

su maternidad marrón, tan problemática,

renunciando

al color selecto de su inflorescencia

y al sabor a postre de sus flores. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario