lunes, 31 de marzo de 2025

Alguna vez un pensamiento abstracto se posó en un lugar vacío, lo vio como un posible secadero para las piezas de caza desolladas y construyó una choza aprovechando el abrigo natural de la pared rocosa; a partir de ahí se alzó la casa, la primitiva cerca para domesticar los animales y ofrecerles un lugar donde acogerse; ahora el pueblo sigue allí, al borde del acantilado, conteniendo el empuje suicida del vendaval que le hace tan amables los abismos

 




Aquí se queda todo,

he girado la vista a un lado y al otro,

he sopesado cantidad e intensidad,

palpado piedra, acariciado muro de mortero,

la terca resistencia del adobe

que sigue manteniendo en pie el tapial,

las techumbres agrícolas de paja

y el fiero olor a humo de unos años

con frío y sabañones, todo antiguo

y a la vez cercano, como un fósil

atrapado en el ámbar trasparente,

ahí se queda todo prolongando

una presencia innecesaria,

para qué guardar, si ya no va a servir para otra cosa

que para el verdín de la nostalgia.



Zona B:

Netanyahu (H!)  ha convertido a los niños en su objetivo principal. Sabe que atacando al futuro está acabando con la esperanza del pueblo palestino. Y Occidente asiste indiferente -y cómplice- a este calculado genocidio.


domingo, 30 de marzo de 2025

A dios le debe seguir doliendo ese implante triangular que aparece en algunas radiografías de los libros sagrados; es un ojo al estilo Polifemo que sólo sirve para verse a si mismo y en nada ayuda para gobernar este mundo tan redondo que rueda por el cosmos como una gran pelota a la que todos damos de vez en cuando una patada

 




A eso suenan ahora las campanas

que están tocando solas con la boba resignación

de las vidas enfermas de costumbre,

hoy, treinta de marzo -que ya parece rebasar la cuarentena

por lo interminable de sus horas-, 

se le ha ordenado al sol que se adelante,

él simula obedecer y nos concede una hipoteca a largo plazo

que luego cobrará con usurero amor,

pondrá en fuga los tímidos insectos

de la electricidad estática, dejando en nuestra piel mil arañazos

sin sangre, lo mismo que una zarza de parábola

que entretiene a carneros obedientes para proveer al sacrificio,

ella, la que renuncia al brillo, pero eriza

como un imán el vello gris del pánico

y viste los recuerdos con ropas tan antiguas

que parecen venidos de otros siglos.



Zona B:

¿En qué se quedaría el estado israelí si se desprendiera del lastre religioso de los ultra ortodoxos y adoptara el laicismo civilizado de todo pueblo que asume la multiprocedencia como una muestra de vitalidad?


sábado, 29 de marzo de 2025

Qué bala, qué dolor o qué suicidio se colaron en el relato epistolar; consiguió el plomo traspasar los controles, reírse de miradas láser y perforar blindajes de un acero funcionario; y sí, llegó sin exhibición y apenas ruido salvo el de la fatal detonación; y de nada sirve ahora la oficial cuesta del luto que todos hemos de subir tras el cortejo; la última carta sin remite

 




Llega a ti el sandungueo

de la canción autónoma, viruta

de madera artificial, la yegua

que relincha de lejos y simula

un trotecillo de aproximación con altavoces,

tiene fugas iguales que el agua sin oxígeno

de una alberca con ambiciones de piscina

y puede enfurecerse de contento

y atravesar cercados o fronteras

con aislamiento insuficiente,

no hay paz posible en el enjambre,

los largos ecos de un amorío despechado,

la tontería meridiana de un presunto galanteo

que siempre está en la sombra

preguntando -lo mismo que hace siglos-

con qué escala llegar hasta esa altura

sin que un simple vahído

acabe con tus huesos en el suelo.



Zona B:

Ya no bastan Gaza o Cisjordania, ahora cualquier país que soporte vecindad con el estado genocida vuelve a ser objetivo, sea Líbano, Siria o el que ponga reparos a su ambición expansionista. La vida ya no importa. ¿Debemos empezar a ver a Israel como enemigo? Ya lo es de la paz y está marcando líneas altamente peligrosas.

viernes, 28 de marzo de 2025

Vuelva en sí la lucidez del borrachín parlero, él pregona sus alcoholes vespertinos, sin necesidad de interlocutor, una pared le basta o el reflejo en el cristal de la taberna de alguien que bracea y contradice su opinión, aun coincidiendo en tono y argumento; llueve ahí, bajo el alero, donde el perro difunto fue a morir y no murió del todo porque le ladra a veces reclamando un lugar conocido donde acudir a poner flores

 




Que vuelva yo a sentir ese aire inquieto

de ceniza y nébula de abril, aun siendo marzo,

el aire alcanforado de un recuerdo 

que no habla casi nunca y cuando lo hace

se sirve del lenguaje de los muertos

tras liberarse del lastre de certezas

y tender su mirada sin contrario

sobre un mar de dudas, esas voces 

tan habituadas a mirar, que se encontraron

con sinestesias no impartidas 

en facultad o en biblioteca, por ilustres que fueran,

voces de amén, de dedos juntos o cruzados

para conjurar cualquier peligro,

o en círculo, indicando la profundidad de un amor sobrio 

que ningún pozo podría contener, aunque lloviera.



Zona B:

Que los israelíes desconfíen de quien usa la guerra en beneficio propio y torpedea la estructura judicial para librarse de los cargos pendientes. La vida de los rehenes no le importa y sin Hamás no tendría coartada para mantener el exterminio. 


jueves, 27 de marzo de 2025

Se calzó las botas de hacer monte y sacó un billete de tren y otro de autobús para el remate; quería saborear los tiempos comparados y hacer pensando las distancias que antes hiciera en coche; nada que ver, el tiempo sigue siendo un escenario, pero al variar la maquinaria también él participa como actor, sometido al espacio y soportando con paciencia el maquillaje de la edad, igual que cualquier otro

 




Ay, yo aquí, perplejo, celebrando

un incierto y glorioso no sé qué,

las ramas semisecas de los árboles

sin pájaros ni  brisa,

aún colea la serpiente parduzca del invierno,

-marzo aún-, aunque ya suena

el cascabel inquieto de su cola,

se dice: se acabó, pero no basta

con pensarlo y decirlo, nos queda abril

y mayo a veces llega enfermo,

como acatarrado y ojeroso,

con alergia a las flores y a los nidos

con pajaritos insaciables,

volverán las heladas a destiempo

y quemarán la flor de los cerezos

y nos quedaremos esperando 

a que alguna vez acierten los pronósticos

sobre la salud de nuestro clima.



Zona B:

¿Sería igual la reacción del mundo ante la posible aparición del diario de una Ana Frank palestina -que aparecerá- o el derecho a contar es privativo de quienes tienen el poder?

-

miércoles, 26 de marzo de 2025

Llegaré a última hora, con poca luz; mejor así, no quiero ver las cosas con la desesperanza que da la última vez; recogeré lo imprescindible para que nada personal quede indefenso frente al escozor de la intemperie y me marcharé sin volver la vista, igual que los que quieren olvidar y ser correspondidos

 




Casi rozando su estatura,

sobrevolándole como un pájaro gris

la sombra larga de un poeta

con su oro secular cayendo en polvo

sobre las aulas vírgenes, él no sabía nada, 

conocía apenas las artes de sembrar

haciendo huecos en la tierra

para que los árboles volvieran

a repoblar la mancha oscura del incendio,

pero allí todo era papel, las herramientas

habían desertado frente al veneno de la tinta,

mojar el trigo con el agua azul de piedra lipe

y secuenciar el aspersor gramatical

con pausas y cesuras y con la rima impar

bufando en los alambres del recreo

frente al frontispicio de Cervantes

con su gorguera almidonada que daba a las palabras

un deje de estudiante de una lengua

distinta a la habitual.



Zona B:

GAZA, CISJORDANIA. Un barbarie similar sólo nos llega través de los ojos de unas víctimas del pasado, pero que hoy todo lo miran con ojos de verdugo. La Historia enseña sólo a aquellos que se sienten humanos, no integrantes del bando con mejores armas.

martes, 25 de marzo de 2025

No quiso el entomólogo llegar a la exacta definición de los gusanos -él los llamaba larvas- y trazó un boceto en el papel que recordaba un aplastamiento, como si hubiera preferido dejar el insecto disecado entre las páginas del cuaderno a intentar dibujarlo con el lápiz

 




De poco le sirvió su vida entera dedicada al mar,

los años fuertes a los remos, y en la vejez sintiendo

el líquido vaivén de la resaca,

cuando su cuerpo estuvo adoctrinado por las olas

empezó a escuchar un canto de sirenas

en todo semejante al  gregoriano

que sonaba en el puerto al repasar la nómina de ausencias,

buscando rescatar memorias saltó al agua 

y nadó hasta los arrecifes, allí puso a secar su ropa,

pero se sintió desnudo como los cangrejos ermitaños

y volvió a lanzarse al agua

en busca de una concha más holgada.



Zona B:

Hay que parar esta masacre. Nuestro silencio es criminal y arrastraremos la condena por no haber actuado a tiempo contra la continuada aberración. LA HUMANIDAD NO DEBE PERMITIR LA CONSOLIDAACION DE ESTA RAPIÑA GENOCIDA.


lunes, 24 de marzo de 2025

Venía a ver volar; no importaba quién o qué, a él le interesaba la ausencia de resorte o mecanismo que lo hacía posible y tras muchas horas observando dudaba entre la incongruencia del destino o una voluntad tan entrenada que podía alterar las leyes de la física con un sencillo gesto de los brazos

 




Ahora piensa, solitario, que lo mejor es esperar,

se sienta arriba, en el perfil de la colina,

y con el sol detrás, ya bajo, 

parece una postal en blanco y negro

o la toma fugaz de una película 

cuando se buscan exteriores, 

abajo, por el valle discurre una tranquila carretera

por la que nadie pasa salvo algún carro de bueyes

o la furgoneta del reparto,

le gusta este lugar desde el que se abarca todo el valle, 

sentarse bajo el árbol singular que crece arriba

y quedarse mirando, una hora o más, nunca las cuenta,

piensa en los dilemas que plantea 

la letra bastardilla de ese libro alemán mal traducido,

sobre todo al leer los cometarios del editor a pie de página

sobre lo azaroso y lo casual,

de pronto se oye un fuerte choque de metales

y ve que el coche del reparto se ha empotrado

contra el único tractor que hay en el pueblo,

el coche acaba ardiendo y él sólo se pregunta

a dónde irá a parar todo ese humo.



Zona B:

Volverá a haber primaveras dorándose en las playas y la piel de los bañistas será blanca hasta que la queme el sol, nunca morena por origen, (Hitler también los prefería arios). La Riviera de Gaza, el espolón final que dará un curro esclavo al palestino que haya escapado al genocidio y al destierro.

domingo, 23 de marzo de 2025

En medio del invierno me invitó a ocupar un lugar a su lado bajo la gélida cascada; un baño de hielo para entrar en ese mundo trasparente que imita a los museos pero renunciando a la longevidad, ya que su vida circular comienza y acaba en el verano

 




Ahora me entretengo con la idea de quietud,

aspiro al absoluto don de no hacer nada,

lo mismo que los árboles que sufren

sin manifestar ningún dolor la embestida del aire

y gozan con igual indiferencia

de la melodía insulsa de los pájaros,

no quiero verme sometido a disciplina forestal,

ser árbol, sí, pero en la cumbre de una colina despoblada,

no ser un frutal al que se pueda exigir una cosecha,

mejor árbol de sombra y ser usado de sestil por el ganado,

algún caballo viejo de los que sólo cabecean 

para espantar las moscas, no hablar y a ser posible

escuchar sólo el viento que no espera respuesta 

a sus ataques de furor.



Zona B:

El genocida sigue ahí, la guerra es su refugio contra el cerco imparcial de la justicia. Y eso le hace cada vez más peligroso, pues nada tiene que perder aunque arda todo.

sábado, 22 de marzo de 2025

Ven, de todas formas, con esa luz gramatical de las antorchas, vistiendo breve túnica, el pelo recogido con la cinta azul que se adivina en las pinturas de Pompeya; no olvides consultar el verso antiguo, el que alude al volcán y que nosotros rescatamos de entre montones de ceniza; nos servirá de cicerone

 




Podéis venir aquí, casi en la punta del canal,

mi casa está en la orilla, desde abajo

parece flotar sobre carrizos, pero sus bases entran

hasta el alma profunda de las dunas,

lo que la hace diferente -y atractiva-

es que ha sabido mantenerse en soledad, sigue ella sola

frente al oleaje gris, un huerto al lado con empalizada

pero con  huecos para que las hierbas bravas 

puedan colarse y prosperar,

nadie se asoma a ver mis hortalizas, 

pero todos miran la fachada que da al mar,

mi casa tiene cara, boca y ojos, no nariz,

aunque podría valer el tejadillo que está sobre la puerta,

algún nido bajo el alero sur, no sé qué pájaros

se habrán empadronado con mi número, pero su estiércol

marca la pared con una línea pálida,

a quienes me visitan les pregunto qué virtud tendrá 

el alimento de los pájaros

para que sus excrementos sean tan blancos.



Zona B:

Cualquier palabra obligada a ir a la guerra para relatar las atrocidades que contempla acaba desoyendo su obligación de reportera, bien por someterse al dictado del lado dominante, o por caer bajo las balas de algún francotirador. Algunas sobreviven con honor.


viernes, 21 de marzo de 2025

"Siéntate ahí, no en la hierba mojada sino en la piedra seca, a la que el saliente ha resguardado de la lluvia; moja tus dedos con las hojas del trémulo abedul e inicia el rito de plegaria: que todo tu ser se transfigure y vuelva a ser el alma líquida que un día fue antes de que tus padres te engendraran" (esto pude leer en el ajado envés del pergamino)

 




Oíd, aun permanece

el ruido de disparos, mil agujeros en el aire

restallando a la vez, un alborotado crepitar

como de sarmiento ardiendo, la bala desahuciada

va buscando casa y ha de padecer un breve exilio 

antes de chocar e incrustarse en el muro,

anidará imitando a las abejas cavadoras

pero su trabajo nunca será la miel, si acaso un cauce rojo

para que por él mane la sangre de alguien que pasaba por allí,

una bala es sólo eso: un forro de latón

y un intestino de metal perezoso, materiales ambos

de estricto rendimiento elegidos para matar

o citar a la muerte desde lejos,

y tú escondido tras un precario burladero, esperando 

que otra bala pueda torcer su trayectoria.



Zona B:

Si este gobierno genocida consiguiera acabar con Hamás pero aún quedaran palestinos, buscaría otro objetivo fuera, Hezbolá o fedayines aún sin nombre, qué más da, cualquier disculpa para completar el exterminio.

jueves, 20 de marzo de 2025

No hay nana mejor que el alarido de sirenas trasportando el dolor a un edificio desplomado donde el dolor individual acude a consolarse con el dolor comunitario; no hay desesperanza como el ojo entrecerrado de ese niño al que la guerra acaba de matar y no hay mayor rencor que el que no sale como sangre caliente a desfogarse en el aire helador de la mañana

 




No queda nada ahí

en ese crepúsculo asesino,

la voz sin voz del muerto,

el perfil azulado de ese niño muerto

que no acaba de cerrar los ojos,

la roca fragmentada por disparos,

una esquirla en la piel 

y los menudos dientes asomados

a la suciedad carbonizada de los labios,

la voz igual de quieta que la luz,

desanimada de denuncia, 

no quiere, no, ya ha abandonado,

no come, no pregunta ya por la ración,

no sufre más dolor que el sufrimiento,

no puede ni asomarse al espejo del agua,

ese bidón con arcoíris de petróleo,

el convoy escuálido de ACNUR, las gasas

para vendar la vida, el esternón rojo del padre,

él también ahí, desparramado

igual que un vómito de arena,

y el mal olor, esas violetas

bajo las botas del soldado,

tocad la roca con el palo

a ver si vuelve el agua,

salid por la mañana antes del sol

a cosechar de las retamas

el fingido milagro del maná. 



Zona B:

Que cambie de argumentos el gobierno genocida, los actuales no sirven; que asuma su asesina condición y diga a las naciones que sólo ellos, los judíos, tiene derecho a ese lugar. Y que todos sepamos a quién estamos apoyando.

miércoles, 19 de marzo de 2025

Acudes ahora al recurso del museo, tras muchos años de ignorar el abandono del ambiente y los objetos que dieron color a tus inicios; una etnografía sin olor o adulterado por la naftalina, expuesta al impudor de las miradas que nada saben del idioma silencioso de las cosas

 




Ve de norte a sur

pero evita en lo posible los caminos, 

cruza los prados, los vallados, sortea los ribazos

emboscados de zarzas, lo agradecerán tus piernas

y reforzarás tu instinto trashumante,

luego, cuando acabe la pendiente cultivada

podrás sentarte a descansar, mirar el mapa elemental

con los iconos necesarios para distinguir lo pintoresco

de lo que puede interesar a tu afición, no es lo mismo

una ruina que una parada de autobús o un hostal de peregrinos,

fíjate en los usos del color, los verdes, los azules

y los subrayados de amarillo puedes ignorarlos,

únicamente el rojo te llevará al destino, 

la línea discontinua, parecida al jadeo de tu respiración,

que acaba señalando una abertura en la pared caliza, 

la misma que tus sueños reconocen 

como el primer refugio del primitivo clan.



Zona B:

Se acabó el disimulo. Netanyahu sabe que nadie va a intentar parar su orgía de sangre. Este Herodes de ocasión parece disfrutar matando niños -ciento treinta en una sola jornada, que seguramente serán muchos más-.  Y TODOS TAN CALLADOS, COMO AVERGONZADOS CÓMPLICES.

martes, 18 de marzo de 2025

No es fiable la memoria que prima lo que consideramos placentero frente a lo que pudo ser real y recordamos con tintes algo negros; pero demos por bueno lo que queda en el fondo del bolsillo en forma de pelusa cuando han desaparecido las monedas y debemos afrontar futuras deudas con pura audacia e imaginación

 



Un viaje en tren

fundido en el final de una semana santa,

corrimos tras una paso desbocado por Sahagún,

probamos por tradición el vino recio 

de los noahorcados, con túnica morada 

y cíngulo amarillo de cofrades, 

conduciendo y siendo conducidos a un calvario 

hecho con lonas embreadas

donde las latas de conservas 

habían de sonar igual que calaveras

y los golpes de palo contra palo

como si fueran martillazos sobre los clavos de la cruz,

los bares abrían algo tarde y el ayuno 

gozosamente involuntario se rompía tras el pregón municipal,

el cielo seguía estando gris y destacaban en él las herraduras

de la torre mudéjar, con guiño cejijunto

bajo los nidos de cigüeña.



Zona B:

As de bastos o as de espadas, cualquier palo que pinte hará ganar a los de siempre, los mismos que celebran cada día con gran fiesta el disponer del as de copas para beber y del as de oros para seguir financiando la masacre. 

lunes, 17 de marzo de 2025

De aquella tierra sembrada de patatas sacó el alma oxidada de una lanza antigua; la limpió de adherencias y cuando terminó sólo quedaba un testigo oscuro, casi un hilo de metal que resistió a los óxidos gracias al contacto con la sangre que hizo manar de las heridas que causó

 





Honor a esos

vestigios otorgados

por una generosa arqueología,

huesos, conchas o molares sin definición

como reunidos para exposición en urna,

cegados por el brillo impertinente del metacrilato,

ellos que serenamente renunciaron a la luz

y con calma esperaron el momento de su resurrección,

no saben avanzar por estos claustros enlosados,

sus pasos eran un rozar continuo

con la fraternidad de materiales vírgenes,

ancestros de si mismos han sido rescatados 

y obligados a sufrir nuevo bautismo igual que los neófitos, 

desalojados de su edad y reducidos 

a muestra de anticuario, ellos, tan más allá de lo anterior

que inauguraron el tiempo sin historia.



Zona B:

Algún becerro de oro quedará escondido entre los pliegues de la fábula para que ese pueblo sin memoria siga adorando infamias, dando la espalda al verdadero dios que es la justicia.

domingo, 16 de marzo de 2025

Está próxima a llegar la parte dura del invierno, la espuela artificial de los finales con resultado imprevisible; se poblará la campa de narcisos y en los bordes del camino brotará una grama inaugural como anunciando la llegada de algo, pero volverá a helar y la escarcha quemará los brotes y hasta junio nos quedaremos sin saber hacia qué lado soplará la irracional buenaventura

 




Sigue estando allí,

robando al aire el menudeo de la respiración

y silenciando los sonidos que sus dedos simulan

sacarle a la madera como si fuera un piano,

jugando a adivinar consigo mismo qué día es hoy

o cuánto falta para su próximo cumpleaños

o cuántos cumple y qué regalo espera recibir

y sobre todo qué habrá detrás de esa muralla

que los ojos no ven pero en la que choca el aire

haciendo su respiración más agitada,

contar los días hacia atrás y señalar

con un color distinto cada semana y cada mes

y arrancar las hojas del envejecido calendario

para fabricar con ellas barquitos de papel

y dejarse llevar arroyo abajo hasta la calma del remanso,

ese crepúsculo perpetuo donde empieza

a sentirte alejado de si mismo.



Zona B:

Hiciste tu combinación y sellaste la apuesta. Pero no fue la justicia natural ni el reglamento establecido, ni siquiera el azar, último recurso de los desesperados, quien alumbró los resultados sino la voluntad del poderoso que hizo trampa.


sábado, 15 de marzo de 2025

Sabor a frutos secos, no la caricia edulcorada del almíbar o el pegajoso abrazo de la miel; así se masticaba el intervalo, pensando en otra cosa, soportando el rigor de la dureza en las encías, pero con la satisfacción de no haber permitido al llanto asomar a los ojos y acabar con la mirada limpia

 




En primavera solía disfrazarse de lavanda 

el olor a cerrado de las aulas sin calefacción,

el frío espeso del latín desenrollado como alfombra

sobre el pavimento de terrazo contando las batallas 

de César en las Galias, la prédica moral de Cicerón 

o la fundación de Tito Livio,

dolor aún no avezado a la costumbre acosadora

de la soledad, los jueves monte y vendaval en la Gineta,

mascando arena en las orillas de un desvaído Manzanares,

al merendar el sietepicos con un trazo de pan,

para regresar en fila india dejando entre las jaras

las cagarrutas del rosario rezado a contrapié, 

con más misterios dolorosos que de gozo, 

al llegar al domingo se juntaba 

toda la ropa sucia del cansancio con la liturgia interminable

de los recreos sin balón y todo terminaba 

con la canción de Grieg llovida de altavoces

con carraspera de hojalata sobre un desangelado dormitorio.



Zona B:

Yo pondría una equis, pero en este tipo de quinielas uno nunca sabe cual es el signo ganador.


viernes, 14 de marzo de 2025

Alcanzó ese nivel de suceso extraordinario cuando llegó al lugar un carromato pintado de colores, con toldo a lo vaquero y una yunta de mulas de repuesto para ir supliendo a las que caían agotadas por el mal trato y la falta de comida; la gente vio con malos ojos la crueldad del buhonero y saboteó el espectáculo; una noche el carromato ardió con alguien dentro

 




Hasta aquí llega el arroyo

embrutecido por la lluvia,

llueve como antaño, se oye decir, y llega

hasta el alto muro la crecida,

quiero escuchar tu voz, me llega asordinada

por el ruido del agua, quieres que deje de llover,

te duele la humedad en los huesos, y le pides al sol

que cumpla con su obligación, partir en dos el pan, 

hacer que se distingan noche y día,

dejas de hablar y miras por la ventana anochecida,

las estrellas deben estar detrás, supones,

las nubes siguen abusando, convirtiendo el cielo

en un escombro atemporal como las hojas

de un agotado calendario.



Zona B:

¿Quién y para qué puso en circulación esa leyenda inicial del fratricidio entre Caín y Abel y por qué el odio creció con más vigor que la agricultura o los rebaños?



jueves, 13 de marzo de 2025

Llegó arrastrándose hasta el bebedero, pero al ver su cara reflejada en el agua renunció a beber; prefería morirse antes que soportar la pesadilla de verse y que le vieran con aquella inusual mutilación

 




Yo esperé allí a que sucediera

un milagro postal, que me llegara un sobre

con el mensaje escrito a mano,

no estaba acostumbrado a paladear milagros

en vivo, sucedidos lo mismo que la luz a pleno día,

la ceguera goteando del alero como estiércol  caliente de vencejo,

los ojos blancos de mirar las escrituras en la penumbra malva

y los oídos empeñados en escuchar su voz

pero no fue su boca la que habló, fueron sus manos

amasando la tierra con saliva y haciendo garabatos en el aire

para evitar que los escribas

pudieran traducirlos al lenguaje cotidiano.



Zona B:

Por cada can domesticado hay cientos de alimañas sin bozal.

miércoles, 12 de marzo de 2025

Todo aquello que sufrió una larga espera sin que nadie explicara la razón de la demora, debe salir, airearse y secar al sol malos humores, incluso lo que fue considerado marginal; de lo contrario acabará pudriéndose, haciendo el aire irrespirable





Tiembla en el aire un escozor de líneas 

cuando el fraile organiza un escenario

para matar el hambre dibujando 

el bodegón de la cuaresma, 

se solapa la redondez de la manzana

con la elipsis dorada del limón,

la falsa esfera de la calabaza 

suspendida de un hilo por el rabo

frente al arbotante del cardillo 

que descarga hacia un lado todo el peso

de la abigarrada construcción,

y el cántaro de barro con el brillo

de una luz aceitosa que ilumina

la palidez del refectorio.



Zona B:

Israel vuelve a cerrar el paso a los suministros necesarios para mantener en mínimos la supervivencia de la población. Incumplirá cualquier acuerdo porque lo que pretende de verdad es dejar vacío el territorio. 












martes, 11 de marzo de 2025

Aprendió a mirar a contraluz para seguir el rastro luminoso de las abejas que llevaban el agua desde el manantial a la colmena; así llegó a conocer el emplazamiento de medio centenar de robles viejos en los que la miel se fabricaba y desde los cuales partía el ejército polinizador que hacía tan fértil la pumarada

 




Un dolor que vuelve,

acostumbra a anidar en alto, lejos

del alcance de trucos analgésicos, fabrica un huevo 

con cascotes de obra menor y se aleja un poco

para mirar cómo eclosiona sin necesidad de incubación,

de ahí deduces que será un dolor frío y egocéntrico

el que vaya a nacer aunque se anuncie

con palpitaciones y con fiebre, tú te preguntas

cómo sonará la cáscara al romperse, qué asomará primero

un pico hambriento, unas garras de acero o el esbozo

lineal de una serpiente, vendrá una madre a recibirlo

o será un dolor huérfano como el cuco 

que hereda su orfandad de varias madres, 

difícil de saber, espera un poco a que empiece a emplumar

y te reclame su ración cotidiana de comida.



Zona B:

REIVINDICACIONES IRRENUNCIABLES: Estado palestino con todo el territorio anterior a 1947,  abandono inmediato de los territorios ocupados en Líbano y Siria, castigo a la conducta criminal de los colonos que extorsionan a diario a los pobladores palestinos, juicio al gobierno genocida de Israel y sus adláteres y reconstrucción de las ciudades destruidas para que puedan regresar los legítimos habitantes.


lunes, 10 de marzo de 2025

La intención final de su moral enrevesada era llevar cualquier cuestión hasta el pantano religioso o cuando menos hacerla depender de un dios o un demiurgo capaz de ahorrarnos el esfuerzo de dar explicación a lo complejo, aunque fuera a costa de renunciar al privilegio racional

 




Ahora que la casa se ha vendido

camino y vuelvo la vista atrás rememorando

la rebeldía compasiva de la mujer de Lot, 

pero no miro el fuego ni la gratuita destrucción, 

prefiero recurrir al diccionario 

buscando una techumbre que resista

al humor vengativo de los dioses,

un grupo de palabras sin raíz como renuncia o desmemoria,

por no decir resignación ante un futuro a la intemperie,

y esa desposesión con ataraxia me recuerda 

lo que mi nieta suele repetir: 

abuelo, hueles igual que un jueves a la hora del último recreo, 

no conozco ese olor pero funciona 

como un escudo contra el desamparo.



Zona B:

Que nadie se detenga hasta conseguir los dos estados en igualdad. Que se devuelva el territorio a sus dueños legítimos y se compense por la destrucción. Y que por fin se juzguen en el alto tribunal todos los crímenes. 



domingo, 9 de marzo de 2025

Un aire azul con sonido de hojalata llega hasta los robles; se ha ido secando siglo a siglo el asombroso monumento de madera y musgo, la yesca lo ha poblado de excrecencias y en los agujeros del picamaderos rojo crece un murmullo de pendencia y hambre, los inermes polluelos disputando con ferocidad un alimento que pasará de pico a pico como una transfusión

 




Se puede ver la hierba

en las estrías de la piedra erosionada por un tiempo

de continua escritura, un verdín que habla en gaélico

y sobrevive con la savia que dejan en la tierra

los que han quedado atrás,

este es un rincón engalanado como cementerio,

sin tapia o cerradura para que las ovejas lo visiten

como si fuera un refectorio, en él todo es silencio

salvo el sonido del pacer o el salpicar de las esquilas,

nadie repara en las pencas del cardillo, en el vello espinoso

de sus hojas, y a pesar de todo aquí nada descansa, 

es un lugar que duerme

con los ojos abiertos y sestea cuando el sol está más alto,

aunque eso contradiga la leyenda 

tallada en la girola vegetal de la cruz celta 

que al entrar todo el mundo toca con la frente.



Zona B:

Que no se nos olvide; sigue estando en Palestina la cruz de un genocidio. El sionismo activo trata de distraer nuestra atención con farsas rutinarias para que la vida nos parezca tan normal.

sábado, 8 de marzo de 2025

El lobo no iba a misa, pero aprovechaba esos momentos del domingo para acercarse a los corrales y ver en qué lugar las cercas eran vulnerables; más tarde, con la noche, volvería e intentaría confundir a los mastines usando a su favor el viento y la cellisca

 




También yo he vivido ahí,

en agujeros cavados en la arena de los acantilados

de un río estacional, como el abejaruco, 

me alimenté del crimen, maté abejas por gula y por instinto

pero nunca supe a qué sabe la miel

o qué querían decir con su temblor las alas emplomadas

de los insectos moribundos,

trabajé la arena, perforé el talud, traduje una canción de guerra

para ponerla en mi portal como advertencia, 

y nada supe del amor salvo el furor reproductivo 

que avivaba mis ansias de matar,

mis alas nunca duermen, apenas me resguardan 

de la lluvia de arena cuando saco al portal silla y alfombra

para que mis vecinos sepan que sigo estando ahí

y eviten invadir mi territorio.



Zona B:

Luego vendrá algún ángel de hierro y fuego y teñirá con sangre de cordero las jambas de las puertas elegidas para que la muerte las respete y entre sólo en las casas que no han sido marcadas porque sus dueños no sabían o no tenían un cordero para sacrificar.

viernes, 7 de marzo de 2025

Sobre el muladar de la ideas descartadas vuelan en círculo las aves carroñeras; no se atreven a bajar pues aún colea sobre el "mustio collado" del desguace algún vapor con garras y hocico peleón; acaso ese vapor al elevarse se convierta en nublado y el aire le comprima hasta el nivel de lluvia para que todo vuelva al estado original

 




Querría ahora regresar

y mirar aquel hombre de edad adelantada,

granada de ansiedades y proyectos,

él afirmaba que algún día su nombre iba a sonar

como el latón de una trompeta, agudo y sofocante como un pregón 

e incendiario como el canto de gallo del periódico

la fama subiría hasta sus hombros el cansancio

de la primera guardia y la constante duermevela

le haría preguntarse si es esto lo que quiere,

difícil decidir con todo por delante, 

aún sin el olor a orín de la derrota, la voz amotinada

subiendo los peldaños de dos en dos con sofoquina

y pronunciación atolondrada, llamando a varias puertas a la vez,

y desde dentro, por el redondel de la mirilla

alguien le verá tan reducido y tan distante 

que le lleve a pensar que aún queda tiempo 

para hacerse un café y esperar tranquilo hasta que llegue.



Zona B:

La cremallera que todo lo estrangula parece haberse detenido, como a la espera de que el estómago insaciable del nuevo emperador eructe y abra hueco a nuevas viandas y a largas digestiones. La carne para el sacrificio espera ahí y no es obra de dios dejada entre las zarzas.

jueves, 6 de marzo de 2025

Vio el cartel de liquidación en el bazar del pasadizo comercial; él estaba interesado en aquel enorme artefacto de fumar, por la leyenda que citaba el atractivo de unas peligrosas adherencias de las cuales era casi imposible despegarse; y aunque no era fumador soñaba con el humo que parecía salir de entre las telas que mostraban y velaban a la vez el hondo escote de una odalisca de ojos verdes

 




También aquí lloran los árboles,

viene el dolor de un lateral, el esquinazo donde Adán

consuela a Eva, los dos pisando espinas

bajo la tembladera de las ramas ya sin hojas y sin pájaros,

no se ve nada más, si acaso una cigüeña

que ya ni se molesta en emigrar o la enlutada golondrina

que pintó fra Angélico como un minúsculo notario,

el cielo salpicado de luciérnagas metido en una bóveda irreal,

la mística vulgar de algunos muebles

de fabricación casera y el misterio del aire

cuajado como un queso sin demasiados agujeros,

cualquier actor sin parlamento, cualquier aficionado figurante

puede vestirse el sobrepelliz, mojar de purpurina

los volantes plisados de la túnica

y aprender a plegar con discreción las alas

para que el mensaje de alegría enlatada que porta la paloma 

pueda llegar hasta nosotros.



Zona B:

Debe exigirse que paralela a la reconstrucción de las ciudades arrasadas se reconstruya el alma del derecho y se establezca un freno a la barbarie del ejército israelí y a la codicia de miles de colonos para que no se apropien de una tierra que no les pertenece.

miércoles, 5 de marzo de 2025

Bajó hasta la estación de FEVE, un edificio centenario que por su mal mantenimiento ofrecía el aspecto de un holograma de la posguerra; se acercó a la ventanilla y pidió un billete, y le dieron un papel parecido a un cupón de lotería, no el cartoncito duro de color marrón con agujero en medio que los niños usaban en el patio para el juego del tacón

 




Ha abierto la ventana,

desde ahí puede ver el lado sur y, si se asoma,

también el oro del poniente, tose un poco

por el aire que llega, el lado sur está a resguardo

pero por la esquina gira el frío, la guadaña del cierzo gris,

de pronto ve al gorrión, es el de siempre,  

le ha puesto nombre aunque prefiere no emplearlo, 

sólo para pensar en él en la distancia,

es el de siempre, sí, el que se acerca a picotear las migas

del pan del desayuno, ¿qué tal vas? le dice,

el pájaro está ahí sobre el alféizar, ¿es que no hay migas hoy?

parece que pregunta, no, hoy he venido

sólo a mirar, es tarde y deberías estar ya recogido,

no sé si sabes, la casa se ha vendido y ya no puedo asegurarte

ni conversación ni migas, acaso con el tiempo

los nuevos dueños se acostumbren a verte por aquí

y quieran entablar una amistad como la nuestra,

aunque lo veo muy difícil, posiblemente no volvamos a vernos,

pero quiero que sepas que me acordaré de ti,

gorriones hay en todas parte y también hombres como yo,

por más que no queramos admitirlo.



Zona B:

Unos niños palestinos empujan lo que queda de una silla de ruedas desahuciada para llevar hasta el refugio unos bidones de agua; no lejos de allí los tanques israelíes siguen patrullando la destrucción, dando cobertura a los colonos para que completen su labor de acoso a los sufridos pobladores palestinos y consolidar la rapiña de nuevos territorios. A eso llaman paz los israelíes. 


martes, 4 de marzo de 2025

Tembló su corazón como un minúsculo hipocentro cuando sonó el teléfono y oyó aquellas palabras que certificaban el final; un final feliz, decían, pensando acaso en beneficios potenciales para una futura operación más ambiciosa; la bola iba creciendo y su tamaño apenas si dejaba ver el sol, aunque todavía nadie era inquilino permanente de la sombra

 



No es eso, no,

mejor pensado, no es eso lo que busca,

que no se venda, no, perder la casa, el aire y el paisaje,

arrancarse de golpe, de reíz, que todo quede

colgando del alar, como encriptado, apenas reducido

a un papel escrito con letra capital y signatura de notario, 

dime, ¿es esto lo que quieres,

de verdad quieres que suene la voz vacía de la casa,

que los objetos sin valor ardan y vuelen

y los muebles pesados se te queden mirando?

¿ves? nos abandona, nadie diría que pasamos juntos

los alpes con Aníbal, la posguerra, el ciego aniversario

de la memoria horizontal, toda una infancia envejeciendo,

ese sofá, la silla baja, el taburete donde se apoyaba 

el barro oscurecido de la olla, el ventanal asomadizo

para mirar a las cigüeñas y ver salir el sol, 

pero ya no hay luz, ¿cómo es la luz cuando no hay casa,

seguirá siendo azul al despuntar o malva hacia poniente 

o roja en la barriga de las nubes?

la luz no volverá, te queda sólo el beneficio mercenario

de una intemperie huérfana, el bostezo redondo de la nada.



Zona B:

¿A dónde mira ese que alude a la tercera guerra mundial? El niño palestino ya la vive. No es la primera, la segunda o la tercera, es la única e interminable guerra con que la vida le recibe y le ha de acompañar hasta el final si la justicia no pone remedio a la barbarie.

lunes, 3 de marzo de 2025

En la base labrada de arenisca se podía leer: el tiempo que rechaza las urgencias acaba siendo eternidad; y él sentado encima, en un trono de respaldo infinito, como si desde allí esperara que el aforismo sobre el que sus plantas reposaban se hiciera realidad

 




Fue allí donde ocurrió, por los linderos

que juntan Repenedo con Mental, tierra de sangre caprichosa

entre naranja y amarilla, el caolín manchado 

con que se hacen las orzas para cuajar la leche,

vino un hombre de fuera, se escucharon palabras bravas en el aire 

y una chispa brilló sobre los ojos con ribetes de cuero de la pana, 

alguien le puso nombre a aquella etapa de manos quietas,

la pereza estreñida del invierno, como dando a entender

que algo viscoso y con humedad mal ventilada

se estuviera pudriendo en el lugar,

pero sobre los nombres inventados siempre anida el gavilán

con su mirada fija en algo que huye entre la humareda de los juncos,

allí la soledad es sólo falta de viento, no vacío,

y el humo quieto es protección

que permite alcanzar la carretera y obtener nuevo bautismo. 



Zona B:

La cuestión no es saber quién es más malo, sino quién es capaz de hacer más daño. Y la respuesta es evidente: el que esté mejor armado.

domingo, 2 de marzo de 2025

En los ratos de sol se acercaba al amor de las murallas donde el viento frenaba su bravura y miraba hacia el sur por donde la leyenda decía que llegó el dolor; las ruinas de hoy se alzaron como un freno al oleaje del miedo que acababa ahogándose en el foso circundante; un aderezo hacia el turismo que hoy trata de ocultar el rastro de la ferocidad humana

 




Tuvo que ser así

tras el fracaso de la arriesgada travesía,

ella se ahogó en el mar

y cuando la luna dio dos vueltas a su hula hop

vino su cuerpo a descansar del envite otoñal de las mareas, 

su pelo se extendía sobre el agua como un sargazo azul

nevado de partículas de arena y mica,

un mensajero con escamas leyó un poema

sobre la abortada expedición, pedía fuego

para su fe mojada, que cerraran sus ojos

para que nadie se asomara a su secreta angustia,

ella era una experta manejando el astrolabio, 

-sus manos aún tenían el verdín del broce-

y nunca hubiera renunciado a continuar el viaje

dibujando crustáceos de cerámica en los mapas

si no fuera por los arrecifes 

que rodearon su barca de espinas y cansancio

hasta obligarla a usar un alma submarina.



Zona B:

Para librarse del ridículo del plan "Gaza turística", sus muñidores señalan ahora hacia otro lado, a otra víctima pobre, el pueblo de Ucrania, y lo convierten en carnaza para que el mundo mirón siga embobado los garabatos que dibuja el índice del emperador, señalando el fantasma de una tercera -y esta vez definitiva- guerra mundial. 

sábado, 1 de marzo de 2025

(13) XIII. He vuelto a ir a ese lugar donde los números se han hecho fuertes en el tablón oscuro de la escuela; han ganado el pulso al tiempo y han sometido la aritmética a una autoridad que no sabe cantar las tablas; su sangre ha salpicado la tarima del maestro, una sangre blanca, como dibujada con el polvo de la tiza

 




                            "salí tras ti clamando y ya eras ido"


No, el espino

no guarda dentro la flor blanca,

sólo la humedad y la promesa

de una primavera con heridas.




Zona B:

Ahora los perros de la guerra vuelven sobre el campo de los huesos y roen con rabia lo que queda por si las aves de rapiña que les han precedido han dejado algo de provecho. Pronto Cisjordania será tierra ocupada por una horda de colonos al margen de la ley.