domingo, 2 de marzo de 2025

En los ratos de sol se acercaba al amor de las murallas donde el viento frenaba su bravura y miraba hacia el sur por donde la leyenda decía que llegó el dolor; las ruinas de hoy se alzaron como un freno al oleaje del miedo que acababa ahogándose en el foso circundante; un aderezo hacia el turismo que hoy trata de ocultar el rastro de la ferocidad humana

 




Tuvo que ser así

tras el fracaso de la arriesgada travesía,

ella se ahogó en el mar

y cuando la luna dio dos vueltas a su hula hop

vino su cuerpo a descansar del envite otoñal de las mareas, 

su pelo se extendía sobre el agua como un sargazo azul

nevado de partículas de arena y mica,

un mensajero con escamas leyó un poema

sobre la abortada expedición, pedía fuego

para su fe mojada, que cerraran sus ojos

para que nadie se asomara a su secreta angustia,

ella era una experta manejando el astrolabio, 

-sus manos aún tenían el verdín del broce-

y nunca hubiera renunciado a continuar el viaje

dibujando crustáceos de cerámica en los mapas

si no fuera por los arrecifes 

que rodearon su barca de espinas y cansancio

hasta obligarla a usar un alma submarina.



Zona B:

Para librarse del ridículo del plan "Gaza turística", sus muñidores señalan ahora hacia otro lado, a otra víctima pobre, el pueblo de Ucrania, y lo convierten en carnaza para que el mundo mirón siga embobado los garabatos que dibuja el índice del emperador, señalando el fantasma de una tercera -y esta vez definitiva- guerra mundial. 

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