Un viaje en tren
fundido en el final de una semana santa,
corrimos tras una paso desbocado por Sahagún,
probamos por tradición el vino recio
de los noahorcados, con túnica morada
y cíngulo amarillo de cofrades,
conduciendo y siendo conducidos a un calvario
hecho con lonas embreadas
donde las latas de conservas
habían de sonar igual que calaveras
y los golpes de palo contra palo
como si fueran martillazos sobre los clavos de la cruz,
los bares abrían algo tarde y el ayuno
gozosamente involuntario se rompía tras el pregón municipal,
el cielo seguía estando gris y destacaban en él las herraduras
de la torre mudéjar, con guiño cejijunto
bajo los nidos de cigüeña.
Zona B:
As de bastos o as de espadas, cualquier palo que pinte hará ganar a los de siempre, los mismos que celebran cada día con gran fiesta el disponer del as de copas para beber y del as de oros para seguir financiando la masacre.
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