Ve de norte a sur
pero evita en lo posible los caminos,
cruza los prados, los vallados, sortea los ribazos
emboscados de zarzas, lo agradecerán tus piernas
y reforzarás tu instinto trashumante,
luego, cuando acabe la pendiente cultivada
podrás sentarte a descansar, mirar el mapa elemental
con los iconos necesarios para distinguir lo pintoresco
de lo que puede interesar a tu afición, no es lo mismo
una ruina que una parada de autobús o un hostal de peregrinos,
fíjate en los usos del color, los verdes, los azules
y los subrayados de amarillo puedes ignorarlos,
únicamente el rojo te llevará al destino,
la línea discontinua, parecida al jadeo de tu respiración,
que acaba señalando una abertura en la pared caliza,
la misma que tus sueños reconocen
como el primer refugio del primitivo clan.
Zona B:
Se acabó el disimulo. Netanyahu sabe que nadie va a intentar parar su orgía de sangre. Este Herodes de ocasión parece disfrutar matando niños -ciento treinta en una sola jornada, que seguramente serán muchos más-. Y TODOS TAN CALLADOS, COMO AVERGONZADOS CÓMPLICES.
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