jueves, 13 de marzo de 2025

Llegó arrastrándose hasta el bebedero, pero al ver su cara reflejada en el agua renunció a beber; prefería morirse antes que soportar la pesadilla de verse y que le vieran con aquella inusual mutilación

 




Yo esperé allí a que sucediera

un milagro postal, que me llegara un sobre

con el mensaje escrito a mano,

no estaba acostumbrado a paladear milagros

en vivo, sucedidos lo mismo que la luz a pleno día,

la ceguera goteando del alero como estiércol  caliente de vencejo,

los ojos blancos de mirar las escrituras en la penumbra malva

y los oídos empeñados en escuchar su voz

pero no fue su boca la que habló, fueron sus manos

amasando la tierra con saliva y haciendo garabatos en el aire

para evitar que los escribas

pudieran traducirlos al lenguaje cotidiano.



Zona B:

Por cada can domesticado hay cientos de alimañas sin bozal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario