lunes, 3 de marzo de 2025

En la base labrada de arenisca se podía leer: el tiempo que rechaza las urgencias acaba siendo eternidad; y él sentado encima, en un trono de respaldo infinito, como si desde allí esperara que el aforismo sobre el que sus plantas reposaban se hiciera realidad

 




Fue allí donde ocurrió, por los linderos

que juntan Repenedo con Mental, tierra de sangre caprichosa

entre naranja y amarilla, el caolín manchado 

con que se hacen las orzas para cuajar la leche,

vino un hombre de fuera, se escucharon palabras bravas en el aire 

y una chispa brilló sobre los ojos con ribetes de cuero de la pana, 

alguien le puso nombre a aquella etapa de manos quietas,

la pereza estreñida del invierno, como dando a entender

que algo viscoso y con humedad mal ventilada

se estuviera pudriendo en el lugar,

pero sobre los nombres inventados siempre anida el gavilán

con su mirada fija en algo que huye entre la humareda de los juncos,

allí la soledad es sólo falta de viento, no vacío,

y el humo quieto es protección

que permite alcanzar la carretera y obtener nuevo bautismo. 



Zona B:

La cuestión no es saber quién es más malo, sino quién es capaz de hacer más daño. Y la respuesta es evidente: el que esté mejor armado.

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