Ahora que la casa se ha vendido
camino y vuelvo la vista atrás rememorando
la rebeldía compasiva de la mujer de Lot,
pero no miro el fuego ni la gratuita destrucción,
prefiero recurrir al diccionario
buscando una techumbre que resista
al humor vengativo de los dioses,
un grupo de palabras sin raíz como renuncia o desmemoria,
por no decir resignación ante un futuro a la intemperie,
y esa desposesión con ataraxia me recuerda
lo que mi nieta suele repetir:
abuelo, hueles igual que un jueves a la hora del último recreo,
no conozco ese olor pero funciona
como un escudo contra el desamparo.
Zona B:
Que nadie se detenga hasta conseguir los dos estados en igualdad. Que se devuelva el territorio a sus dueños legítimos y se compense por la destrucción. Y que por fin se juzguen en el alto tribunal todos los crímenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario