Hoy ha sido breve el soliloquio,
he susurrado: buenos días
y el telón se alzó dejando en carne viva a la mañana,
tomar el sol, café, la dosis
apropiada de tinta en el papel, reverencia cortés
a las estanterías donde mantiene su sopor
un rebaño intrépido de libros,
aún no han despertado los sonidos en el corredor
por el que la luz avanza como la fiebre en el termómetro,
todo sigue igual que ayer y seguirá mañana
mostrando a quien lo mire
una ritual repetición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario