martes, 23 de mayo de 2023

Él se entrega al balanceo del columpio para mirar entre la cortina de los sauces cómo la luz se aleja, ni el mes ni el año ni siquiera este día, nueve de mayo, le sugieren más que fluidez, alma de arroyo, y ya no pregunta como solía hacer, entrecerrando párpados y labios, qué tenemos hoy para cenar

 


                      "Mi sombra y tu sombra atrapadas

                       en la pared con los brazos en alto..."


Aún no ha acabado el juego y algunas sombras ya han caído,

cualquier latido podría delatarlas, por eso ellas aguantan

la respiración y fingen desde el suelo que la vida se fue

lo mismo que la sangre hacia el regazo oscuro de la tierra,


luego vendrán las amapolas y mostrarán de nuevo ese color

de sombra roja, y acaso recuperen la palabra

de los que no tuvieron tiempo de gritar siquiera

que aquello no era el juego del mikado.



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