"Mi sombra y tu sombra atrapadas
en la pared con los brazos en alto..."
Aún no ha acabado el juego y algunas sombras ya han caído,
cualquier latido podría delatarlas, por eso ellas aguantan
la respiración y fingen desde el suelo que la vida se fue
lo mismo que la sangre hacia el regazo oscuro de la tierra,
luego vendrán las amapolas y mostrarán de nuevo ese color
de sombra roja, y acaso recuperen la palabra
de los que no tuvieron tiempo de gritar siquiera
que aquello no era el juego del mikado.
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