Iniciales en agua sobre el cristal
y que copiara
signos irreconocibles en el blanco de la pared,
unos ramajes arañando el silencio,
su peculiar caligrafía de morse primitivo, y el enigma
sin resolver aún, no se dice que sea
relámpago instantáneo y a lo lejos la horizontal del trueno,
ni el proyectil caliente con que el fuego se difumina en malvas
tras la grisalla de las nubes,
qué será,
que lo guardara en la retina
como el lametón rojizo de un sello de caucho,
sin lluvia ya, sin arañazos al otro lado del cristal,
con el olor del sol abriendo de par en par esa ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario