sábado, 22 de abril de 2023

De aquel tablero que nunca volvió a usarse para el juego, queda el recuerdo de una torre amenazada por la insidia de un alfil o acaso de un caballo, luces sin apagar del todo y sombras incapaces de ocultar la huella de aquel insólito fracaso

 





El aire sólo péndulo,

tic tac artesonado, los cristales

hacen alta la prisión y un baño de marfileño esmalte 

pone cara de muerto a tanto asombro,

con la ausencia de música se aprecia mejor el deterioro

mientras se escurre el tiempo entre los dedos, 

tic tac tic tac,

la sombra hueca de una hora antigua dejada por ahí,

sin resurrección ni una segunda recaída 

en la enfermedad de lo posible,

el punto negro del interior ya sin cadáver

dejándonos a solas, con las miradas enfrentadas

y sin la eficacia turbia del milagro

que a todas luces ya no podremos ver.

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