lunes, 17 de abril de 2023

Iba delante la orfandad de los monaguillos, a continuación el altísimo estandarte de la muerte, sujetado por bridas, y alrededor la tropa de mendigos empeñados en hacer alegre una cantinela de desgracias rezongadas en la modalidad tonal de quienes no han sido bendecidos por la música.

 




Ella fabricaba flores de papel

sobre un alambre místico revestido de sacramental,

a qué podía oler aquel embuste de la artesanía

que profanaba el ciclo natural de la primavera,

todo lo que rezuma el musgo farmacéutico

que atiende las heridas provocadas por la teología

es un simple placebo, flores de papel, claveles

fabricados con la viruta que los sacapuntas roban a los lápices

cuando ya no son capaces de escribir palabras 

                                                     de punta fina e intención aviesa,

pero el alma del grafito queda ahí como un testigo

de la oscuridad original que hará visibles las flores verdaderas, 

las que sucumben por su hermosura y buen sabor 

a la voracidad de los gusanos.

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