lunes, 3 de abril de 2023

Hasta ese no lugar del mundo no te puede llevar más que la gracia, o el convencimiento de que allí te espera algo inconcreto pero capaz de hacerte olvidar todo lo demás

 



En el aire quieto del atardecer

me siento a despedir al sol

que progresa con lentitud de sombra, 

ajeno a su función y a nuestra puntual curiosidad, 

únicamente interesado en preparar su cuchitril nocturno

igual que haría un mono o una comadreja,

su desnudez empieza a enrojecer según desciende,

es el momento en que no hay pájaros

porque todos se acogen al silencio

temeroso de la expectativa,

todo cabe en ese instante

en que la gota roja es absorbida

sin ruido por el mar.

 

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