domingo, 9 de abril de 2023

Imagina que una mañana de domingo, cercana la hora del vermú, te llegan por el aire, entre música estrábica, unos versículos ardiendo, y que acaban lloviendo sobre ti como pavesas que no llegan a quemar pero suscitan el escozor del fuego

 



Ilumínate,

que llegue por el este el vuelo de la mansedumbre,

paz sin lindes ni peajes, hay otra temporalidad,

la que contiene en sí todos los pasos

del sol y de la sombra, día y noche

al lado de ese ardor o pálpito

que te concierne y no te atonta

con el repique del tambor o el flambear de las banderas,

escucharás sólo el sonido

del viento acariciándote la frente,

ilumínate,

que tus vértebras lleguen a sentir la savia

que aportan las raíces.

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