martes, 18 de abril de 2023

Muchas horas dedicadas a este juego, el índice empuja la bola hasta la izquierda, la mirada consulta y, sin esperar aprobación, vuelve a mover bola en otro alambre, hasta que el ábaco se planta reclamando un respeto a su ofendida dignidad, (consultar normas).

 



Todo mi esfuerzo

para aislarme de ruidos

y escuchar al autillo goteando en medio de la noche,

a esta hora hasta los ríos duermen

pero sus sueños son sonoros,

yo procuro convivir con el bochorno nocturno

y remojarme con esa voz en off que apenas

es un recuerdo de frescura, pero alcanza

umbrales de ataraxia vegetal, la misma

que cambia el signo de las estaciones

confundiendo frío con calor,

sigo con los ojos

cerrados esperando a que las horas negras

                                  vayan cayendo en orden 

como si fueran los versos de un poema.

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