viernes, 16 de junio de 2023

Cuando su vida daba vueltas siguiendo el giro del cielo en las majadas altas, la historias con más humanidad eran aquellas que relataban degollinas en rebaños, cualquier canto de pastor había de ser triste como si eternamente se oficiara un rito funeral por la ausencia consentida de un animal querido

 




Vado, lugar de paso,

lobo cruza y se va, goteándole el hocico,

deja un rastro de discreta presencia, 

el aire huele a él y sin embargo nadie ha conseguido detectarle,

también oveja cruza por aquí,

sus patas dejan un manchón de sangre en el ribazo oeste,  

lobo hace la cuenta:

una de cada treinta, no hay corderos

y los mastines van detrás o se han tumbado

a la sombra lamiéndose las patas aún mojadas,

el río va hacia el sur como está escrito,

pero los rebaños no conocen que los ríos

no siempre van al mar y que la vida

se queda a veces enfangada 

en las aguas someras de los vados.

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