miércoles, 21 de junio de 2023

Han debido cambiar la cerradura, tu llave no responde al sinuoso despliegue de modernidad del bombín actual, aún es pronto para pensar en la empatía del reconocimiento de la huella dactilar o en usar el iris como contraseña para que la puerta se abra sin recurrir a subterfugios

 



Hay un regreso entre penumbras,

en la entrada el perchero esperando,

se te queda desnudo el paladar con las palabras

sazonadas de sal antigua, no hay harapos que colgar,

hay ropa nueva para tu anciana desnudez

y sin embargo huele a dolor fermentado,

no hay regreso, hay continuidad de un tiempo

que se quedó dormido y no se reconoce al despertar,

tu nombre te abandona cuando dejas el sombrero

sobre la pena invertida del paraguas,

dices hola con timidez antes de que ladre el perro,

Ulises siempre huele mal aunque regrese

de muchos años de jugar con agua.


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