viernes, 6 de octubre de 2023

De allí viene un olor a religión, el sudor de un pastor o un aprendiz de sacristán; también llega la luz de una linterna perforando un silencio sólo interrumpido por ruidos mecánicos, ni una voz, ni toses ni el jadeo de las prisas que se supone tienen los merodeadores por rodear la orilla y rescatar para la causa el grupo de almas vírgenes

 




Era un racimo de ojos brillando en la penumbra

y unas tijeras los iban separando,

qué verán ahora fuera ya del vaivén del oleaje,

qué recuerdos seguirán mareando su horizonte,

entre la niebla sigue sonando alguna voz

con el acento familiar del otro lado,

no entienden nada, ni siquiera 

las siglas en inglés de algún megáfono 

con sonido oxidado o el silencioso amor de las brigadas

de chaleco rojo que les conducen hacia tierra firme,

una manta de oro para el frío 

y el brillo de marfil de una sonrisa, 

eso es todo por hoy,

lejos, muy lejos queda la promesa de regresar cargado

con el lastre amarillo del imperio.

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