martes, 3 de octubre de 2023

Solía decir que a él la jubilación le había hecho el efecto de un suculento guiso de lentejas, la conjunción nutricia del hierro y el arroz, la presencia de algo contundente como el tocino y el chorizo, el toque de picante y, sobre todo, la sensación de regresar a un territorio conocido que nunca se llegó a sentir como propicio y ahora es el rincón definitivo de los sueños

 




Cualquier ciudad nos serviría,

en eso todas las ciudades son iguales,

sus murallas hablan de violencia exterior,

nunca dentro arde la guerra, los otoños

trascurren en los árboles frondosos con suavidad,

no hay sangre en los manzanos, la reineta es verde,

también lo es la esperanza, dicen,

yo no lo creo, miro la inclinación de los periódicos,

el tono amarillento de la radio, el vaivén de las hojas

que vomita la fotocopiadora, todo igual, sembrado

de abrojo coloquial, de arpones virulentos,

mantengo en duda la esperanza, a lo sumo acepto

una adiestrada sumisión a la sintaxis bárbara

de conversadores que se dan la espalda.

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