Es esta tierra
de pocos milagros,
el veneno es uno de ellos,
hace que la respiración separe el aire de la luz,
la sangre sólo recibe la toxina de la desconfianza
y todo huele a tierra calcinada,
si hablas con tu par y pones sobre la mesa una manzana
él verá parábolas, la metafórica versión de un acertijo
que oculta alguna trampa,
cara blanca la del que habla con mentira
sirviendo el vino del engaño
para que la daga avance sin oposición hasta topar en hueso
y ver cumplido el simulacro
de conversación entre vecinos,
(sin hablar de añejas taumaturgias).
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