jueves, 9 de noviembre de 2023

Cuatro pasos más y se topó con el estanque, unas piedras con musgo represaban el ramal del agua y la vegetación lo protegía todo como si guardara unos recuerdos para la posteridad; el remember sonaba aún en las estancias del castillo, aunque muy por debajo de la alucinada melodía con la que Ofelia intentó decirle adiós a aquel lugar de duelo

 




Ve a mirar sobre el agua,

allí, entre las ramas de los sauces,

invócale, que quiera regresar y pueda

en contra del rumor de la corriente,

si acaso le hablas -el susurro puede convencer-

usa palabras solubles en un líquido neutral,

ella no pudo conocer el miedo, su abandono

lo produjo la desesperación, quedar tan sola,

una cortina roja 

se empeñaba en camuflar la sangre 

que aún goteaba de la espada,

enfrente el jubileo de la razón y el agua entre nenúfares,

los ojos más abiertos que esa flores

que parecen mirar y no ven nada.

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