He bajado hasta la orilla,
el embalse recula y pierde fe,
se ha quedado abierto como las páginas de un libro
y me permite ver cansadamente
una historia de pérdidas y olvidos,
todos hemos transigido, convivir es eso,
ganar despacio el corazón de aquellos que también combaten
en este lado sin fronteras,
queda belleza, sí, pero no siempre es posible verla,
no nos dejemos
teñir de ese color de plomo con que se adorna el agua.
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