domingo, 5 de noviembre de 2023

Llegó una carta con el informe pericial, el especialista recurrió a la imagen del borrado de tiza en la pizarra, aquel rectángulo tan negro de los días de la iluminación, todo era reluciente y pulido menos la ventana que enseñaba el más allá de nuestro pueblo, también se refería a la llegada del pantano que acabó cegando el agujero y convirtiendo aquel paisaje en un pesado monumento a la desilusión de la memoria

 


            él ha perdido la memoria, yo una amistad, 

            aunque permanece el envoltorio


Ya he llegado,

la niebla sigue ahí, siempre me espera

aunque no ha habido interés ni bienvenida,

tengo que detenerme a descansar

antes de deshacer esta maleta

donde viaja escondida la memoria,

atento al vaho reluciente que un desgarrón de nubes

hace subir,

también yo subo, hago un seguimiento de las águilas,

la musicalidad de su silbido,

ha llovido mucho y el arroyo quiere llamarse mar,

se adueña de lo que encuentra en el camino,

igual que yo que voy dejando mis huellas en el barro

certificadas por los agujeros de mi bastón,

he llegado, si, pero me temo

que no voy a saber a dónde ni por cuanto tiempo.

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