él ha perdido la memoria, yo una amistad,
aunque permanece el envoltorio
Ya he llegado,
la niebla sigue ahí, siempre me espera
aunque no ha habido interés ni bienvenida,
tengo que detenerme a descansar
antes de deshacer esta maleta
donde viaja escondida la memoria,
atento al vaho reluciente que un desgarrón de nubes
hace subir,
también yo subo, hago un seguimiento de las águilas,
la musicalidad de su silbido,
ha llovido mucho y el arroyo quiere llamarse mar,
se adueña de lo que encuentra en el camino,
igual que yo que voy dejando mis huellas en el barro
certificadas por los agujeros de mi bastón,
he llegado, si, pero me temo
que no voy a saber a dónde ni por cuanto tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario