Madre,
apúrate, ya vamos
muy ajustados de tiempo,
tú lo miras todo desde tu dosel,
no sabes valorar esta demora,
alguien ha borrado los minutos en tu contador,
tan sólo crecen horas en tus macetas, tus geranios
de sangre, tu dolor de espinas,
pero siéntate y respira,
bebe un poco de agua, mira esta jarrita de cerámica,
los óxidos cocidos a mil grados reproducen
tu corazón de esmalte, el arco iris vitrificado que resume
siglos de manantial,
no hay dios que iguale tanta belleza,
un agua para morir, un sorbo de vida eterna ahora
que casi todo parece consumado y las campanas
empiezan a tocar a muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario