lunes, 6 de noviembre de 2023

Intenta que el rompecabezas te obedezca a la hora de pactar la vecindad; lo proclive no siempre acaba traduciendo a pactos las afinidades aparentes; al menos pon en duda las connotaciones familiares y elige por ti mismo la sangre con que acabarás mezclando tus colores para sentirte en armonía

 




Heme aquí,

igual que un personaje de parábola que mira y calla, 

me he sentado en un banco de piedra, a las afueras, 

y a mi lado se ha sentado el tiempo, 

ni siquiera nos miramos,

nos basta con saber que cerca hay alguien

inmune al general aburrimiento de las horas,

atrás quedó la conversación con sus zarcillos

de enredadera, ella ata y desata lo que siempre fue libre 

y se adelanta a los colores de estación

como un pedante en las reuniones,

afortunadamente el tiempo calla, 

es capaz de conjugar edades sin alterar el rictus,

lo que importa es el prisma, pienso, no la realidad,

él ni hace ni deshace, se conforma

con el espectáculo del mundo, lo mismo que Pessoa.

  

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