Organizó los riesgos de cruzar,
el otro lado se ve azul, exangüe con su cendal de niebla,
dio los nueve pasos y se cogió al tirante,
nueve grados de temblor, lado derecho, choque
de hierro contra hierro, abajo palpitaba el ángel,
por sus alas corre sangre polvorienta, como de mariposa,
duda y nunca llegarás, se oyó decir, los cables
como costillas del gran monstruo que desventró sanjorge,
esa oración de sonidos vibrantes es una fórmula con que la madera
se hace respetar por la humedad,
nunca se pudre el alma del negrillo, resistencia de pluma de águila
y acabado de herramienta romana
para hacernos más llevadero el precipicio.
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