Pronto se hará de noche,
de repente la ciudad se ha convertido en arrabal,
no hay luces, humo sí y escombros,
perros que ni siquiera ladran,
llegarán sin tardanza los idus de noviembre,
suena algo metálico envuelto en trapos sucios,
los idus del dolor avanzan sin pronunciar el número,
también aquí se evita el calendario
ya no les sirve para racionar el tiempo como pan,
Qué pasa.
Son los perros, ya no ladran.
Y eso te preocupa.
Me preocupa, es todo tan triste, se confunde lo cotidiano
con lo accidental.
Nos apoyaremos en el aire.
Sí, es todo lo que queda.
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