Dejé ahí
esa flor inocente,
me dijeron
que la sacara por la noche
de mi habitación,
su belleza es muy tóxica,
se me olvidó sacarla,
el aire se tiñó de verde,
las hortensias avisaron
tocando en el cristal de la ventana
con su pompón morado,
me han llevado al hospital,
ahora mis ojos son azules,
mi lengua se ha vuelto perezosa
y las palabras
se me han hinchado dentro,
ya no podrán salir por esa herida
tan atormentada de la boca.
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