viernes, 15 de diciembre de 2023

Él pensaba que aquello era japonés, que armaría un haiku singular y estrecho como el cuello de un frasco de perfume, lo pondría al sol en la ventana para que el colibrí que gobernaba en el jardín tuviera siempre algo consistente para mantener activo su frenético aleteo; pero me dijeron que el "o - e - to" no era un verso japonés sino la declinación de un simple artículo del griego clásico que habría de acercarnos paso a paso a los hexámetros de Homero

 





Dejé ahí

esa flor inocente,

me dijeron

que la sacara por la noche

de mi habitación,

su belleza es muy tóxica, 

se me olvidó sacarla,

el aire se tiñó de verde, 

las hortensias avisaron

tocando en el cristal de la ventana 

con su pompón morado,

me han llevado al hospital,

ahora mis ojos son azules,

mi lengua se ha vuelto perezosa

y las palabras

se me han hinchado dentro,

ya no podrán salir por esa herida

tan atormentada de la boca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario