jueves, 28 de diciembre de 2023

Había estado allí penando culpas de las generaciones anteriores, sufriendo el frío del alejamiento y el lento aprendizaje del bibliotecario que ha de comenzar imaginando el libro en blanco, luego escribirlo, más tarde iluminarlo y al final someterlo a la resabiada aceptación de la experiencia, que sólo al tacto y sin recetas se ha aventurado en ese inhóspito abrojal donde, según dicen, crece solemne y accesible el árbol del maná

 




Alguna vez

cuando se ablandaban los barrotes

de la prisión y resbalaba con reflejo lúbrico y aroma

a ese jabón prohibido que se guarda

para lavar la intimidad, en ese instante

que ni siquiera alcanza conciencia temporal,

mi esforzado jadeo con las manos, el recurso

a la liviandad de lo que escapa 

igual que espuma pecadora por el sumidero,

en ese parpadeo de la imagen

enjabonada de un desnudo, apenas Eva,

la serpiente risueña, el cosquilleo

de la arena de playa entre los muslos,

la inconcebible perla sin disfraz, sin la amenaza

de una futura hoja de parra y el arroyo 

de un líquido caliente y perezoso coronado

por la explosión de un júbilo asfixiado

entre celajes de pudor, 

todo eso

como la introducción al himno susurrado

de una hora menor.



----------------------------------------  recordemos  -------------------------------------

AÚN QUEDAN AJEMPLARES DE ESA ESTIRPE ASESINA EMPEÑADA  EN CONVERTIR EN REALIDAD EL RELATO ABOMINABLE DE ALGÚN PASAJE BÍBLICO COMO EL DE LA MATANZA DE INOCENTES;  HOY COMO AYER HAY UN HERODES QUE QUIERE PARA ÉL LA TOTALIDAD DEL TERRITORIO, AUNQUE PARA ELLO SEA NECESARIO DEGOLLAR A MILES DE INOCENTES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario