Vive igual que tú y que yo
suspendido de un alto pensamiento,
sólo que su pesar no nos abruma
ni amenaza la gracia de la levitación,
se puede
contemplar desde abajo como al sol,
se puede alzar el vuelo y remontar con él
hasta el origen de su esfuerzo
o descansar en cada sombra de su inabarcable recorrido,
debajo de su ser de libre forma
cualquier proyecto puede vislumbrar el punto de culminación
creándose a si mismo en cada instante
o remolonear eternamente entre las brumas
de su memoria amniótica.
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