Regresa el rito de la migración
aunque parece que alguna especie se refiere a ella
como algo ya lejano, el lado opuesto de la modernidad,
qué tiene de anecdótico el mundo citerior,
en qué dialecto han de contarse las historias
que rodean la eterna trashumancia
y qué regalo te hará quedar mejor traído de tan lejos,
pues no todo se reduce a llegar, besar el santo
y repantigarse al sol, aquí también ondea
el estandarte del invierno y a veces puede verse
en la cenefa de la escarcha la emotiva historia
de la cigüeña blanca que renunció a su nombre
enamorada de un ibis africano emparentado
con las aves sagradas del cortejo
de un afamado faraón.
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