Niño palestino,
aunque tú no lo sepas
una guerra animal te ha devorado,
ahora eres un cervatillo acabado de nacer
a la vida del aire, has de observar el luto
de largas horas en inmóvil soledad
oliendo sólo a sol y a hierba
para que no te encuentren
las bombas rastreadoras y te vuelvan a quitar
esa vida trasparente
moteada de miedo y desamparo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario